¿Cómo movilizamos las voluntades individuales y colectivas en función de las realidades a transformar? ¿Cómo aportamos desde nuestra comunicación a los valores y la cultura comunitaria? ¿Cómo nos conectamos con los liderazgos locales y el trabajo social? ¿Cómo nos articulamos con las estrategias de desarrollo municipal? ¿Son nuestros procesos comunicativos suficientemente inclusivos? ¿Cómo generamos prácticas responsables con el medio ambiente y la comunidad?
Estas y otras muchas interrogantes centraron el debate, los aportes y las propuestas realizadas este viernes, durante la última sesión del II Taller de Comunicación Comunitaria “Desafíos y potencialidades en el contexto cubano”, que tuvo como sede el Instituto de Información y Comunicación Social (ICS).

Con la conferencia “Comunicación Comunitaria. Ejes transversales y articulaciones pertinentes” de la Doctora en Ciencias Beatriz Drake, dio inicio esta jornada, en la que se realizó, posteriormente, una dinámica grupal que motivó de la teoría a la acción, evidencia de cuán relevante sigue siendo el trabajo y la construcción colectiva en todos los espacios posibles.
Divididos en cuatro equipos y partiendo de cuatro ejes transversales, los participantes expusieron qué hacen desde sus instituciones para la articulación de los más diversos actores sociales, la transparencia de la gestión pública, la formación de capacidades y la identidad, el fomento de la cultura local, el uso de los más diversos canales y medios de comunicación social, así como la elaboración de estrategias y acciones que permitan una gestión cada vez más eficaz de la comunicación comunitaria.

Las presentaciones fueron enriquecedoras, diversas y creativas, marcadas por el dinamismo y el espíritu que debe caracterizarnos también para movilizar a la mayoría de los que interactúan en nuestras comunidades, para informar y potenciar un diálogo estrecho entre la población y los decisores, lograr una transformación social coherente y adecuada a cada contexto.
Gracias a las experiencias compartidas se evidenció lo mucho que queda por hacer, pero también la importancia de gestionar la comunicación interna de nuestras organizaciones, instituciones y entidades, interactuar con los públicos internos, nuestros trabajadores, protagonistas de lo que se puede y debe irradiar después hacia las familias, las escuelas, las entidades locales y las comunidades.

Se insistió, asimismo, en el papel de los voceros, esos líderes que movilizan, y en la comunicación veraz, oportuna, directa, «cara a cara», más necesaria que nunca en la Cuba actual, ante las complejas problemáticas que enfrentamos.
Un panel en el que participaron representantes del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, el Consejo Nacional de Casas de Cultura, el Centro de Desarrollo Local y Comunitario (GEDEL), el Grupo Empresarial de Reciclaje (GER), los Joven Club de Computación y Electrónica y un delegado de circunscripción, complementaron la exposición de las más diversas experiencias y la multiplicidad de actores que hoy convergen en nuestra sociedad, indispensables todos – desde sus misiones y objetos sociales diferentes – para la gestión estratégica e integrada de la comunicación social, con especial énfasis en nuestras comunidades.
Al cierre del encuentro, la vicepresidenta del ICS, Belkys Pérez Cruz, reiteró la importancia del aprendizaje colectivo, de cuánto unos y otros pueden seguir perfeccionando e intencionando lo que se hace en toda Cuba, a pesar de los contextos, las dinámicas y complejidades diferentes, “porque todos son importantes y les corresponde un rol decisivo en su pedacito”.
Pérez Cruz agradeció la presencia de los asistentes al Taller y los convocó a replicarlo, a continuar superándose, a la vez que ratificó que las puertas del Instituto de Información y Comunicación Social están abiertas para generar espacios como estos, en los que todos y todas aportemos.