Desde el ICS, tenemos miles de razones para celebrar el Primero de Mayo
En Cuba, a diferencia de otros países, el primero de mayo es una verdadera celebración, un día de intercambio, de alegría, porque reconocemos lo que nos traído hasta aquí y no estamos dispuesto a que venga nadie de afuera a arrebatárnoslo. Porque somos y seremos los cubanos, los de adentro y los que desde afuera se sienten patriotas y defienden nuestra soberanía, así como los millones de amigos y amigas que tenemos en todo el mundo, los verdaderos, los únicos con derecho a decidir qué camino seguir construyendo, seguir defendiendo y qué obra seguir enalteciendo.
Porque estamos claros de los problemas internos que tenemos y de que nos toca con unidad, entrega, compromiso, eficiencia y creatividad, enfrentarlos, perfeccionar nuestro proceso y seguir construyendo la sociedad más justa posible “con todos y para el bien de todos”, con el ser humano como centro.

Porque ser libres y soberanos no es una consigna, es parte de nuestra esencia como nación, como hombres y mujeres dignos nacidos en una tierra rebelde y heroica. Por eso, si este día tuviéramos algún reclamo, sería en primer lugar, con nosotros mismos y a través de nuestros sindicatos, de las genuinas organizaciones a las que pertenecemos y ese sería repensarnos, renovarnos, tener un papel más activo en la productividad, en hacer bien lo que a cada cual le corresponde en su pedacito y contribuir a la formación de valores laborales, patrióticos y morales, y despojarnos de formalismos, viejas mentalidades, paternalismos, igualitarismos, gratuidades excesivas, subsidios indebidos e inmovilismos ante problemas que afectan a todos.
En medio de la actualización de nuestro modelo económico cubano, de correcciones necesarias para reimpulsar la economía, somos los trabajadores cubanos los únicos protagonistas y responsables de la obra que se gesta.
Por eso, este primero de mayo estaremos en las Plazas de toda Cuba. Los que pertenecemos al Instituto de Información y Comunicación Social no solo desfilaremos, sino que tendremos, desde el anonimato y la entrega absoluta, la alta responsabilidad de transmitir lo que pase este día al mundo, por la señal de la radio y la TV, por las más diversas plataformas digitales con las que contamos, que no son pocas y allí estarán nuestra verdad, imperfecta sí, pero la nuestra.

Nos vemos en las plazas de todo el país, claro está, y en la producción, en los servicios, en las comunidades, en nuestras cabinas, estudios, salas de grabación y transmisión, redacciones periodísticas, donde más se necesite, eso hacemos los revolucionarios verdaderos. En las horas que nos quedan para el amanecer de Mayo, celebremos también, con nuestros colectivos, hablemos de razones, de motivaciones, de sueños compartidos y desafíos comunes, de lo que nos une y que está por encima de todo, todos y todas. Convoquemos a concentrarnos acá, en este mismo escenario desde la noche anterior.
“Hay una razón que nos asiste y es más poderosa que todas: somos cubanos y eso implica un deber”, diría Fidel en su alegato de autodefensa «La Historia Me Absolverá» y hace 25 años, en su concepto de Revolución nos llamó a tener “sentido del momento histórico”, juramento que firmamos y que nos lleva también como fuerza telúrica a celebrar este Día Internacional de los Trabajadores.
Hagámoslo por Cuba, por la obra que nos ha traído hasta aquí, por lo que nos queda por construir, por el mundo mejor que soñamos y merecemos, por nosotros mismos, por nuestras familias, por el futuro.